Escribir es crear flores en las manchas de Rorschach así distribuidas, y de esa inconciente trama encontrarle el hilo a la vida y tirar fuerte para que el cable no se vuelva a enrollar.
Poesía

 

De la Inconciencia a la conciencia del mundo a la conciencia de sí a la Supraconciencia

 

Resistencia.

Despierto sin abrir los ojos.

Buceo todavía en las aguas

De la noche

Poblado de fantasmas

Que ni siquiera asustan

Porque son los míos.

 

Quiero seguir nadando

Volver al fondo inconciente

A fundirme en la negra paz

 

Una mano de vida

me golpea el hombro.

Despierta la urgencia

Abro los ojos

Me golpea la realidad.

 

El cuerpo urge atención

La mente necesita aferrarse

El alma aguarda, paciente.

 

Bajo el chorro de agua fresca

Despierta la acción

Recibe el pase,

Distribuye la pelota,

Amaga, avanza,

El oponente queda atrás

Y con un golpe certero

Se marca el gol en el tablero.

 

El músculo se agranda

La mente se desarrolla

El corazón abraza

El alma se asoma.

 

Los ojos se vuelven hacia adentro

Se observan con detenimiento

La acción en cámara lenta

Aparece ante el espectador.

Se ve la lucha, los motivos,

Los temblores

Se ven las ansias, las carencias

Y el amor,

Los logros y las escaramuzas,

A tientas y a sabiendas

Y el amor.

 

Seguir aprendiendo, incorporando, creciendo

Seguir dando, conectando,

Acompañando el devenir.

 

El deber cumplido

Felicitaciones

Sentido de autorrealización

 

El alma se despliega.

 

Y luego, oh alegría

Volver al néctar y a la flor

Sumergirse de nuevo en el fondo del mar

A la Nada, o al Todo

¡Ah! ¡Qué felicidad!

 

Silvia Munton, agosto 2013

 

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